Yoya Hernandez Lemmo Yoya Hernandez Lemmo

2021 con la mejor Energía / ¡¡¡viviendo, aceptando y fluyendo aquí y ahora!!!

Foto Simon Maage

Foto Simon Maage

Comienza tu nuevo año conectándote con el agradecimiento.

Usualmente, prestamos mucha atención a lo que “No” tenemos, perdiendo total percepción sobre nuestro “aquí y ahora” Es decir; mientras pensamos en lo que perdimos (pasado) o nos conectamos con lo que deseamos (futuro), que definitivamente es incierto, dejamos de disfrutar lo que “Si” tenemos (presente).

Si bien es verdad que hemos vivido un año en el que nuestras vidas han sufrido grandes transformaciones y nos cuesta encontrar lo positivo, también es verdad que por todo lo sucedido, algo se trasformó de manera positiva en nuestro interior. Nos hemos desapegado de personas, lugares y tradiciones que nos mantenían atados y creíamos vitales. Hemos aprendido de la soledad, de las normas, de la salud y hasta hemos descubierto cualidades en nosotros que no sabíamos que teníamos. Hemos conocido mejor a nuestro vecino, hemos observado más nuestro entorno y nos hemos enterado de cuanto daño le venimos haciendo al planeta que habitamos. Al soltar obligados por la quietud impuesta, ese día a día atropellado que nos atrapa sin darnos cuenta, comenzamos a sentir, a percibir y a analizar realmente nuestra existencia, nuestras relaciones y nuestras debilidades y fortalezas.

Este proceso, algunos lo han llevado de las mil maravillas, en cambio, otros la han pasado fatal.
Los que han superado esta complicada prueba, son personas que han aprendido a fluir, estarán satisfechos con haber hecho el esfuerzo de aceptar la situación y cómo recompensa, se habrán quedado con el aprendizaje. Por el contrario; los que no han podido adaptarse a las restricciones y siguen esperando volver a la antigua normalidad, tendrán aún un largo camino por recorrer ya que el que no aprende de lo que le sucede, es porque no logra entender, que la vida no va a su ritmo, es el ritmo del mundo el que nos marca la vida. Aceptar y fluir con los procesos que nos toca vivir, hace que estos sean menos traumáticos, más fáciles de superar y es lo que nos permite avanzar.

Una excelente manera de comenzar el 2021 es agradeciendo ese aprendizaje por duro que nos parezca, ya que en algún momento de nuestra vida, esa experiencia y fortaleza adquirida nos será de gran ayuda.
Dar gracias a la vida, a Dios, al universo, a ti misma o a quien tú quieras, simplemente por tener salud o por seguir viva, por lo bueno o lo no tan bueno que te ha sucedido durante este año, activará tu energía positiva y te conectará con la aceptación; eso te permitirá seguir adelante dejando el pasado atrás.

¿A cuantas personas conocemos que en tan solo un minuto, la vida les ha cambiado por completo?
De tener todo, se han quedado sin nada.
Personas que han perdido el esfuerzo de toda su vida a causa de un desastre natural, alguien que pierde al amor de su vida a causa de una enfermedad o en un accidente, quien un día se acuesta sano y amanece enfermo…

¿Canto más tendremos que vivir para entender que la vida es simplemente lo que es? nuestros procesos forman parte de ese aprendizaje por duro que estos nos parezca. Si observamos a nuestro alrededor nos encontramos con personas que aún sin piernas, son campeones de ciclismo, personas que sin dinero, son capaces de ayudar a otros a cumplir sus sueños, personas que sin tener salud, se levantan cada día mostrando la alegría de vivir y otros que tienen una vida de penurias y aún así, nos regalan su sonrisa.
Aprendamos como ellos a valorar lo que tenemos por poco que nos parezca, de esta manera, nos estaremos conectando con la abundancia y no a la escasez.

“Vivir fuera de tu “aquí y ahora” puede hacer que te pierdas de momentos increíbles que están sucediendo a tu alrededor. Si prestamos la debida atención y observamos nuestro entorno, podemos encontrar respuestas a nuestras incertidumbres. El mundo nos habla constantemente en forma de situaciones o personas que nos sirven de espejo. Si permaneces en conexión, aprenderás a identificar esas respuestas.

Existen innumerables ejercicios que te ayudan a conectar con tu presente y te sensibilizan para identificar lo que intenta reflejar tu entorno.

Uno de los ejercicios que más recomiendo, es meditar aunque sea 10 minutos antes de dormir o antes de comenzar un nuevo día. Si no sabes cómo hacerlo, busca meditaciones guiadas en internet que hay montones. Te irán introduciendo en un mundo hermoso donde encontrarás paz y sosiego, además de que al practicar el silencio mental, vendrán a ti, ideas nuevas y una creatividad que nunca antes habías experimentado. Luego, ya no necesitarás más que tú respiración y un lugar donde te sientas cómoda. Nadie dice que sea fácil ni que lo vas a lograr a la primera, pero como todo, la constancia hará que cada día te sientas más cómoda y más conectada contigo misma.

Aquí te comparto una de las meditaciones que más me gustan. Son 21 días para trabajar la gratitud con Deepak Chopra.

https://youtu.be/n45womladMw

También te regalo un ejercicio que te ayudará a estar más atenta a las respuestas que nos da la vida pero que poco escuchamos.

Ejercicio para conectar con el “aquí y ahora”:

Cualquier día, una vez al día o cada vez que te acuerdes. Sal de casa con todas las medidas de seguridad por supuesto; respira tres veces profundo y comienza a caminar, aunque sea 10 minutos a ritmo de paseo, conectando con lo que sucede a tu alrededor. No pienses, solo observa y siente los ruidos, el frío o calor, los olores, observa los colores que te rodean..., Luego, regresa a casa y trata de recordar el recorrido. ¿Que viste? ¿que sentiste? … No importa si recuerdas mucho o poco, lo importante es que cada día iras recordando más.

Durante todo este año es lo que más vamos a necesitar. Estar conectados a tierra y viviendo el presente para evolucionar.

“Tu vida es lo que tú quieres que sea y lo que atraes a ella, es lo que está en tu mente. Encuentra el lado positivo de cada situación y tu vida estará en positivo”

Leer más
Yoya Hernandez Lemmo Yoya Hernandez Lemmo

Reprogramando tu hogar / Revisar la energía de tu casa, es mejorar tu calidad de vida

Ni mucho orden….

Ni desorden……

Tanto; el desorden excesivo, como el orden extremo, reflejan mucho nuestros procesos personales. Ser la reina del desorden es tan complicado como ser “Doña perfecta”, pulcra y ordenada hasta en la forma de pensar.

Como en todo, en este aspecto, también debe existir un balance.

Es muy frecuente poner como excusa la falta de tiempo, para poner orden. Ahora, te pregunto: Si te dijera, que poniendo orden, vas a lograr estar mas conectada con tus emociones, vas a tener más concentración y vas a dormir mejor, sacarías el tiempo para dedicarlo a limpiar y a ordenar verdad?

Pues ya te lo dije….. Toma el control. Recuerda que tu casa refleja tu estado emocional. Tomate un tiempo para poner orden y veras cambios importantes en tu vida.. El desorden es un bloqueador de la energía. Una casa desordenada, es una casa que no prospera. Abre las ventanas, aunque haga frío y ponte a limpiar y a ordenar. Hey!!!!!! Pero, antes, termina de leer el articulo porque aún queda mucho por aprender.

Una de las cosas de las que poco se habla pero es super importante tomar en cuenta, es que cada adorno, retrato, mueble, cuadro o espacio de nuestro hogar posee energía propia. A veces el agobio y la falta de ganas de poner orden puede deberse a un bloqueo de la energía.

Cada objeto y el lugar donde lo colocamos, tiene que estar en armonía. ¿Cuantas veces has cambiado algo de lugar y cuando lo ves bien, sientes que debes cambiarlo de nuevo? ¿te ha pasado que has movido los muebles de sitio y aunque todos te dicen que se ve super bien, sientes la necesidad de volverlos a colocar donde estaban? A eso es a lo que me refiero cuando hablo de la energía. Es esa sensación que nos trasmiten no solo las personas, sino también los objetos que nos rodean; estos tienen cargas energéticas que los hacen livianos o pesados para unas personas más, que para otras. Así que cuando revuelvas la casa para cambiar la energía, asegúrate de que los cambios te son agradables y hacen que la casa se sienta diferente. Esa es la meta!!!

Seguro que te ha pasado alguna vez que, al llegar a la casa de alguien, aunque te reciban de la mejor manera, sientes unas ganas locas de salir corriendo. En cambio, habrás estado también en lugares, incluso de gente totalmente desconocida, donde parece no pasar el tiempo y te sientes tan a gusto, que te apetece permanecer ahí. La razón de ambos casos es puramente, energética.

Un espacio puede ser muy bonito y estar muy bien decorado pero si no hay orden y no armonizan entre si, los elementos que ahí se encuentran, el ambiente se vuelve pesado ya que, es difícil que fluya la energía. En cambio, hay espacios hasta pequeños y poco decorados en los que te podrías pasar horas porque la energía fluye libremente y esto hace que el lugar, se perciba confortable.

Sea un objeto o un espacio, hay formas de limpiar sus energías para que se puedan integrar a nuestra vida y aportarnos sensaciones positivas.

les pongo algunos ejemplos;

Los cuadros o muebles antiguos  que viene pasando de mano en mano en la familia, trae un poco la energía de cada lugar donde ha estado y no todas las energía son positivas. Si ese cuadro estuvo en la casa esa tía peleona, la solterona o la que vivió con gran escasez, aunque te suene irracional, esa energía sigue ahí. Donde lo coloques te dará la sensación de pesadez y será un espacio difícil de disfrutar. En casi todos los casos,  solo basta con utilizar una campana o un cueco tibetano, para romper con esa energía y dejar listo el objeto o espacio.  Enseguida notarás como cambia esa sensación negativa, que te producía.

En cuanto a las fotografías que acostumbramos tener en casa “mucho cuidado”. Una fotografía donde sales espectacular junto a tu pareja, pero ese día, resulta que tuvieron una de las peores peleas; la foto de un paisaje hermoso que visitaste pero donde paso algo desagradable; una foto familiar donde se produjo un accidente o altercado…….sin que seas consiente, te estará recordando ese momento. Es posible que cuando pases por su lado, sin darte cuenta, te pongas irritable, nerviosa o triste. Mi consejo es que, aunque te encante, la cambies por otra neutra o que te recuerde un momento positivo.

Las plantas también son todo un tema a la hora de evaluar la energía. Nunca coloques plantas de hojas puntiagudas dentro de la casa. Estas plantas son perfectas fuera ya que, la forma puntiaguda es signo de defensa y protección. Dentro de casa, este tipo de plantas, sugieren conflicto. No quieres tener que defenderte de nada dentro ¿verdad? Todo lo contrario las plantas de hojas redondeadas ayudan a circular la energía, armonizan y aportan fluidez y estabilidad.

En cuanto a los colores, hay mucho que decir. Colocar colores con energía de fuego, rojo, amarillo, naranja…..en las habitaciones es una buena manera de generar insomnio. Si quieres que la habitación sea un lugar para descansar y sentir paz, coloca en sus paredes colores que sugieran tranquilidad, colores pálidos preferiblemente, como el azul, verde, lila…… Una sola pared de color intenso y más si son de fuego en la habitación de un niño será suficiente para acelerar su hiperactividad e impedir su descanso.

Si tienes una pared roja o naranja en la sala, cocina o estar, será un lugar de discusiones constantes, seguro.

No te digo que remodeles la casa o que pintes de inmediato, pero habrá que armonizar, colocando elementos de agua o tierra para bajar la intensidad del fuego, sin duda.

Si sientes tu casa esta pesada o que algo no va bien, escríbeme. no necesitas mudarte, todo se puede solucionar. A veces, simplemente se trata de reubicar algunos objetos, colocar una planta o una fuente de agua en un lugar especifico, para que la energía fluya con total libertad.

Leer más
Yoya Hernandez Lemmo Yoya Hernandez Lemmo

La Relación Perfecta

En días pasados, encontré un viejo artículo sobre “La esposa perfecta” Leyendo, me reía, porque me parecía estar viendo algo escrito por mis abuelas. Hablaba de todo lo que una mujer “debía” hacer por su marido y, comparándolo con la vida actual, es impactante lo diferente que se llevan las relaciones hoy en día. En ese entonces, la mujer, prácticamente era la segunda a bordo y tener a su marido bien atendido, la casa impecable, ser buena cocinera y una madre ejemplar, era lo que la convertía en la esposa perfecta.

Lo que no se evaluaba entonces, era que esa mujer llevaba sobre sus hombros casi toda la responsabilidad. El marido, era el productor y ella, debía gestionar todo lo referente al hogar, además de aguantar callada porque, en la mayoría de los casos, revelarse, era casi que una falta a la moral y las buenas costumbres. ¡¡¡Madre mía!!! Gracias a Dios las cosas han cambiado, las mujeres hemos evolucionado y con nosotras, también las relaciones de pareja. Leer esas líneas me motivó a escribir un poco sobre el tema de las relaciones, como tributo a esas mujeres que tomaron la iniciativa de rebelarse y romper las cadenas que las mantuvieron atadas a relaciones abusivas. Pero como todo lo que evoluciona, ahora, nos hemos vuelto más exigentes y tenemos una gran lista mental, checklist, escáner o como lo quieran llamar, con los atributos que debe tener esa pareja o relación perfecta y la revisamos cada vez que conocemos a alguien.

La mala noticia; es que esa larga lista, suele ser reflejo del entorno y hay muchos otros atributos o defectos relevantes, que solo vas a descubrir viviendo la relación. Si me aceptas un consejo; tira a la basura, lo antes posible, esa lista. Cuando conozcas a alguien, permítete ir descubriendo cómo conectas con él o ella, trata de no tener expectativas, sé tú misma y fluye sin ver en esa persona, al prototipo ideal. Eso te permitirá ser más libre y dejarte ver cómo eres realmente. Así descubrirás mucho antes, si es la persona adecuada para ti y te llevarás menos decepciones. Creo que una relación, no es una lista de ítems generalizados ya que para cada quien, la relación perfecta tiene rasgos diferentes.

Una buena relación se logra con el tiempo y se va gestionando poco a poco. Surge cuando dos personas se dejan ver como realmente son y van acumulando vivencias, respeto y acciones que favorecen el bienestar de ambos. Entender al otro, es vital para la convivencia. Si eres de esas que va a su bola, difícilmente lograrás una relación estable y armónica, aunque, hay quienes dicen correr con la “suerte” de conseguir parejas a las que no les importa que no los tomen en cuenta. ¿Pero eso es una buena relación? no lo creo, tarde o temprano esas relaciones terminan por diluirse ya que, cada vez se va haciendo más difícil lograr puntos de encuentro. Estar atentos a las costumbres y necesidades del otro y no juzgar de buenas a primeras, es super importante.

No saben las veces que he tenido que escuchar: “Es que no hay manera de que le ponga la tapa a la pasta dental” Entonces yo pregunto... Pero… ¿se lo has dicho? Y generalmente la respuesta es … ¿Es que tengo que decírselo? debería saberlo no? es obvio, si la pasta dental tiene una tapa, es para usarla. jajajajaja

Todo un tema, la bendita tapa….

Un número bien importante de relaciones se deterioran por falta de comunicación. Es posible gestionar los desencuentros y convertirlos en el proceso que hará de la relación algo divertido, viable y duradero.

El primer error que cometemos es, creer que lo que es obvio para nosotros, es obvio para los demás. Hay que recordar; que ambos vienen de hogares diferentes, con crianzas y costumbres diferentes. Lo que a ti te enseñaron en casa, no necesariamente se lo enseñaron a él(ella) Pero; como para todo hay una solución, en vez de amargarte porque deja la pasta destapada, no esperes a que lea tu mente, explícale que te molesta o recuérdale taparla, obviamente; sin caer en la imposición. Y si después de hacerlo consciente de tu molestia, de vez en cuando, la deja destapada; hazte la loca o, ya que te molesta tanto, hazlo tú.

A veces es preferible pasar de algo antes de romper con la armonía por cosas irrelevantes. Evita ser obsesiva. Habrá montones de cosas que tu hagas, que a él o ella no le gustarán. Tendrán que llegar a un acuerdo para poder compartir el espacio sin llevar los desencuentros al plano del conflicto.

La comunicación cumple un papel vital para hacer de esas diferencias, algo llevadero; si no le comunicas las cosas que no te agradan de su conducta o de sus costumbres y él no hace lo mismo, vivirán con incomodidad y eso, en el tiempo, es insostenible.

¿No se te ha ocurrido pensar, que tú escogiste a esa persona, con esas características, porque son conductas que necesitas trabajar en ti? Si no soportas que la pasta dental esté, ni un minuto, sin su tapa y estás en total agobio con el tema, posiblemente; debes trabajar un poco la tolerancia, la aceptación del otro y quizá revisar si estás dispuesta a ceder algo de tu espacio. Piensa un poco…. a lo mejor a tu pareja le parece perfecto tener la pasta dental sin tapa, para así no tener que destaparla. Jeje. Recuerda que el espacio que comparten es de ambos y solo conversar, hará la diferencia.

La pareja perfecta no es esa persona que cumple una lista de perfecciones, según tu criterio y exigencias; considero, que más bien, debería ser alguien que te complemente, alguien que aun teniendo atributos que para ti son importantes, puede salirse de tu línea de exigencias, sin generar un caos.

Cuando la vida por una razón u otra cambia, es importante tener a tu lado a alguien que se adapte, no alguien que complique aún más la situación con su intransigencia. El compañero perfecto, es quien no te juzga cuando no estás en tus mejores días, es quien lucha a tu lado y no intenta imponerse y competir por rebasarte. La pareja perfecta es quien no se toma a título personal tus arrebatos, es quien cuando caes, te ayuda a levantar de nuevo el vuelo, es quien quiere compartir su vida contigo y quiere hijos si tú los quieres y no te presiona si no puedes o no estas segura de tenerlos. No es quien siempre te da la razón y te complace en todo. Es alguien que, con determinación, pero también con cariño te hace entrar en razón o te hace ver tus errores si humillarte. Es quien, no siente a tu familia como los intrusos y no intenta que olvides tus raíces y tus costumbres; todo lo contrario, le importan y las hace suyas.

Toda pareja requiere de tiempo para engranar. El hombre o mujer perfecta, no está llena sólo de cualidades, también tiene defectos que podrás sobrellevar sin que eso implique sacrificar tu propia identidad. La pareja perfecta es aquella persona que no vive en una pose intentando aparentar lo que no es para agradarte; es esa persona que se muestra tal como es y te acepta tal cual eres.

Siempre he dicho que, si escogieras a muchas personas, cada una, con una de las cualidades que crees que son necesarias en una relación y las metieras en una licuadora, aún no saldría la pareja perfecta ya que la vida va cambiando constantemente y nosotros con ella. Cambian nuestros gustos y preferencias, cambia nuestro carácter, cambia nuestro entorno, nuestro tiempo y hasta nuestra manera de sentir. Puede que con el tiempo esas cualidades que ahora buscas, dejen de ser importantes al pasar el tiempo. No existe una razón válida que nos obligue a seguir al lado de una persona que no acompañe nuestra vida, que no nos entienda y nos apoye y no nos haga la vida bonita. Aunque las relaciones de pareja tienen sus altos y bajos, se pueden canalizar, siempre y cuando ambos estén dispuestos a hacer el trabajo de engranaje. Jamás permitas que alguien anule tus sueños, limite tu existencia y bloquee tu camino, no te amarres a una pareja por razones económicas ni emocionales. Se valiente y enfrenta tus temores, tienes derecho a expresar lo que sientes y a recibir respeto y consideración.

Encuentra la relación perfecta primero contigo misma y veras como llega a tu vida lo que realmente te hará feliz.

Aquí es donde les dejo la frase de rigor: Si algo de lo que está aquí escrito, retumba en tu interior, sientes que es algo que necesitas trabajar y quieres resolverlo, solo escríbeme y juntas lo lograremos.-

Leer más
Yoya Hernandez Lemmo Yoya Hernandez Lemmo

MENSAJES DEL ALMA

Mi Trifulca con Dios

Una historia personal

Nací en un hogar católico, fui bautizada y estudié en colegio salesiano tooooda mi vida. 

Era de esas personas que sentía que mi vida era perfecta. Tenía un hogar hermoso, amigos increíbles y los mejores padres que siempre derrocharon amor entre ellos y para nosotras; tuvieran mucho o poco, siempre nos dieron lo mejor. 

No recuerdo una navidad donde no tuviera el regalo que pedía, algo para estrenar y una deliciosa cena para disfrutar en familia.  Mi casa era el centro de reuniones. Recuerdo que trabajó con nosotros una chica de nacionalidad colombiana que cuando veía la casa llena de gente, decía Textualmente;

“Eta casa parece que tiene azucaaa hóoombeeee” muuuucha abeja para este paná jajajajajajaja 

Mi hogar siempre fue un lugar alegre; mi papá con sus anécdotas de la familia y sobre la historia del mundo y mi mamá con su pasión por la cocina y su inquietud constante , hacían de nuestras vidas algo divertido. A  las horas de comer nunca faltaban invitados en nuestra mesa. Mi padres siempre fueron personas muy cercanas y se involucraron en nuestra vida social a tal punto que, nunca sabremos si nuestros amigos venían a vernos a nosotras, o los visitaban a ellos.

Amaba mi hogar y ahí me sentía segura e invulnerable. Un hogar católico, de principios y sobre todo crecí viendo como mis padres,  aun sin ser personas opulentas, ayudaban a todo el que podían. En casa, siempre hubo una habitación extra para quien pudiera necesitarla y casi nunca estaba vacía.

A medida de que fui creciendo, fui haciéndome preguntas pero, supongo que por inmadurez, nunca dedique mucho tiempo a buscar las respuestas.

Me gradué de maestra de preescolar, me case y mi vida seguía siendo perfecta. Lo único que no era perfecto, era el problema de salud de mi madre, pero ella era tan fuerte y sabía llevar de una manera tan insólita su enfermedad, que nunca dejó de hacer hasta lo que no podía, lo que por momentos, nos hacía olvidar su verdadera condición.

Luego de tres años de matrimonio y buscando salir embarazada, cuando por fin lo logró, perdí a mi primer bebé de 9 meses. Daniela Alejandra, mi primera hija, quien siempre tendrá un lugar muy especial en mi corazón. Jamás olvidaré que tenía todo listo para recibirla y solo pude vivir junto a ella, la maravillosa experiencia de sentirla en mi vientre. Había escuchado que estas cosas pasaban pero jamás imaginé que podía sucederme algo así a mi.      

Entonces mi fe se tambaleó… Aun así, con la poca fe que me quedaba y desgarrada de dolor,  recuerdo haber entregado a Dios ese sufrimiento y pedirle, que si por alguna razón él consideraba que no merecía ser madre, nunca más permitiera que me quedara embarazada.  No quería volver a pasar por ese dolor y mucho menos, causar más dolor a mi  familia. 

La pregunta que rondaba mi cabeza era la típica…. ¿ Por qué a mi? Si no le hago daño a nadie ¿por qué tengo que ver a mi familia sufriendo si todos son tan buenos?

Estas preguntas se sumaron a las que de niña me hacía, desde mi hogar perfecto; 

Por que existe gente que se ve tan feliz y hay gente tan desdichada?

Por que, madres que desean tanto un hijo y cuidan sus embarazos, pierden a sus bebés y otras los abortan o paren en basureros y los dejan tirados?

Entonces comencé un largo camino en búsqueda de respuestas. 

Estudié sobre las distintas religiones, tratando de entender por qué razón un Dios que se supone que nos ama, podía permitir que pasaran estas cosas.

Aprendí a meditar para controlar pensamientos que me causaban dolor, conversaba mucho con gente que había pasado por algo similar, leía mucho sobre el tema ….. Entonces comenzaron a pasar cosas insólitas a mi alrededor que poco a poco me hicieron rescatar mi fe y me ayudaron a aceptar lo que había sucedido.

Entre las cosas que marcaron esos días, recuerdo que de regreso del hospital, al llegar a casa, vi a una señora con una niña muy rubia entrando al edificio donde vivía. Su mirada me produjo una gran ternura, era como si entendiera mi dolor y con una gran sonrisa me dijo en su media lengua “Hoa, toy Naniela” No pueden imaginar lo que sentí. Se habían mudado justo al piso de arriba una niña con el mismo nombre que había elegido para mi hija. Luego de eso, cada mañana, por lo inquieta que era, escuchaba a su mamá llamarla, Danielaaaaa….. Con cada llamada, mi corazón se arrugaba. Les confieso que más de una vez dirigí mi mirada al cielo, pidiéndole a Dios, no sentir tanto dolor.

Un día me escuche hablandome a mi misma, Me repetía mentalmente, cada vez que oía su nombre o escuchaba su voz, es mi Daniela saludando desde el cielo. Lo que comenzó como una tortura, terminó siendo un bálsamo para mi alma. Sin darme cuenta fui transformando mi dolor.

Los días siguieron transcurriendo y mi vecina de enfrente, que además era una amiga de la familia, dio a luz a su tercera hija. Una bebé hermosa. Ella era médico anestesista y me había acompañado durante mi hospitalización. Me brindó tanto cariño en ese momento tan duro, que no podía más que bendecir a esa criaturita, que a diferencia de la mía, había abierto sus ojos a la vida. Nunca sentí ni rabia ni envidia, solo pedía a Dios protección para ellas y para cada mujer embarazada que veía.

Lo otro que recuerdo fue, que al poco tiempo de lo sucedido, fuimos a un paseo familiar. Al llegar al lugar, notamos mucho revuelo. Gente que iba y venía. Un primo de tan solo 18 años, estaba desaparecido desde la noche anterior. Yo, que antes de llegar al lugar, solo pensaba en lo difícil que sería hablar de lo que me había sucedido con la familia, solo pude percibir un silencio absoluto. Nadie hablaba más que para preguntar la hora. Fueron unas interminables y duras horas de espera para conocer que, muy cerca del lugar donde estábamos, había perdido la vida en un accidente.

Un momento muy duro para todos. Para mi, además, fue como una cachetada que me decía “ Despierta, aún hay cosas más duras” No es que lo que yo viví perdiera valor, es que inmediatamente después de conocer la noticia, fuí consciente de que, tiene que ser aún más difícil de superar, la pérdida de un hijo con el que has compartido vida tanto tiempo. Luego de esto, no hay un día por el que no pida a Dios por esas madres que tienen que ver sufrir a sus hijos a causa de enfermedades, por las que un día les dan un beso en la puerta de casa y nunca más los ven regresar, por las que les dan las buenas noches y nunca más los ven despertar. Estas pérdidas se convierten en heridas con las que algunas aprendemos a vivir pero que jamas podran sanar.

Sin duda, un momento también difícil, fue conocer a mi prima /sobrina.

Mi tía la menor y yo nos criamos como hermanas y estábamos embarazadas al mismo tiempo. No lo planificamos pero nos hacía mucha ilusión estar juntas en este proceso. Era su tercer embarazo. Siempre había estado a mi lado en los buenos y malos momentos, pero esta vez, a pesar de ser el momento en que más hubiese querido tenerla a mi lado, no pudo estar. Vivíamos en ciudades diferentes y no pudo viajar ya que acababa de dar a luz.

Al mes de mi perdida fui a conocer a su bebé. Fué una mezcla entre amor y dolor, No sé para cuál de las dos fue más difícil. Si para ella verme llegar con los brazos vacíos o para mi, ver que ella tenía en sus brazos lo que yo había perdido. Aún así, Inexplicablemente minuto a minuto, ese momento se fue transformando en algo tan bonito que llenó mi vacío. Tenía en brazos a alguien que amaba desde antes de nacer y podía volcar en ella todo mi amor de madre reprimido. Fue mágico. Ese día entendí que tenía que seguir adelante sin Daniela y soltar mi obsesión por ser madre. Todo estaba en manos de Dios.

Con cada situación que vivía, conocía una cara muy dura de la vida con la que hasta el momento, no me había enfrentado. Fue como crecer de golpe.

Pero algo me decía que nada de lo que había sucedido era culpa de nadie y mucho menos de Dios, justo lo contrario, sentía que había una fuerza inmensa acompañándome en mi proceso. Viví momentos muy duros de otras personas que me hicieron ver que no era la única a la que le pasaba algo así, que existían en la vida, situaciones aún más difíciles de superar y que cada persona que conocía, con su experiencia, me aportaba una señal que me indicaba que podía superar lo sucedido.

Con todo lo que la vida me estaba mostrando, no es que perdiera valor lo que yo había vivido, no es que existan grados de dolor más o menos importantes, solo entendí que si una madre puede superar la muerte de un hijo al que ha abrazado durante 18 años, yo también podía superar mi pérdida. Sentí de nuevo mi Fe y me abrace de ella.

A los dos meses ya estaba embarazada de nuevo. Tengo dos hijos hermosos que llenan por completo mi vida y un ángel en el cielo que me enseñó a ser valiente, a tener fe pero sobre todo, me mostró claramente, que se puede encontrar en el día a día, en las personas y situaciones que nos rodean, las respuestas que nunca podremos encontrar en internet.

Hoy por hoy, entiendo que no existe nada en el mundo que no se pueda superar, por duro que sea, todo forma parte de nuestros procesos y solo aceptandolos, podemos seguir adelante.

Dios no es responsable de nada, somos nosotros responsables de nuestras acciones y de sus consecuencias. Lo que hagamos bueno o malo, en esta u otras vidas se reflejará en nuestros procesos. Dios no enseña con castigos, más bien nos da la fuerza para sobrellevar las vicisitudes y nos envía emisarios en forma de personas para apoyarnos con su amor. 

Creo que Dios, Mahoma, Buda, Cristo….. Es el nombre que le damos a esa energía superior que nos guia, nos cobija, nos mantiene, nos levanta y que lo importante es tener algo de que agarrarnos en esos momentos en los que sentimos que las fuerzas nos abandonan. 

Si has llegado hasta aquí, es posible que sea porque quieres aprender a identificar esas señales,  si te sientes listo(a) puedo enseñarte.


Escríbeme un correo, no te vas a arrepentir.-

Atenta que las señales, están ahí

Leer más
Yoya Hernandez Lemmo Yoya Hernandez Lemmo

El ligero concepto sobre “LA FIDELIDAD”

Cuántas veces hemos escuchado... “Jamás he tenido relaciones sexuales con alguien más, mientras estoy en una relación de pareja “Soy totalmente fiel”. 

Pues no necesariamente, la fidelidad, según puedo entender, es un tema complicado, ya que ser fiel, no solo es no dormir con alguien diferente a tu pareja.  El límite entre ser fiel o ser infiel, puede estar en un simple pensamiento. No dormir con nadie más, pero tener el deseo de hacerlo, imaginar desnudo a tu vecino, coquetear con otras personas, aunque no llegues a la cama, etc, podría ser igualmente una forma de infidelidad y un “alerta” de que algo puede no estar funcionando del todo bien, en tu relación. 

En mi consulta, he recibido montones de casos de personas infieles que no tenían idea de que lo eran y se sentían súper orgullosas(os) Aprovecho para pedirles disculpas por hacerlos conscientes de su error. jeje Aunque sé que ahora son mucho más honestos consigo mismos y puede que, hasta más felices.  

¿Podría también existir la posibilidad de dormir con otro y no ser infiel? Pues, parece que sí. Como lo lees, eso también es posible y ahora mismo te lo explico:

Si estás en una relación de pareja y es de ese tipo de relación de bigamia, poligamia, simplemente una relación libre, abierta o poliamor, como se le denomina ahora, pues, no serías infiel ya que, dentro de ese tipo de relaciones, según los acuerdos a los que llegues con tu o tus parejas, estaría permitido. 

En pocas palabras, la fidelidad, según mi criterio, es simplemente una cuestión de honestidad, acuerdos y/o compromisos. En realidad, lo que te convierte en una persona infiel, es decidir, unilateralmente, vivir una relación, larga o corta, con otra persona y que tu pareja lo ignore. 

¿Increíble no? No es un tema de religiones o de cultos, como se suele relacionar, es una cuestión de acuerdos, aunque estos acuerdos puedan también, estar ligados a las diferentes religiones o cultos.

Según Wikipedia, ( https://es.wikipedia.org/wiki/Infidelidad)

“Infidelidad: incumplimiento del compromiso de fidelidad o la falta de ésta. Por consiguiente, puede significar la carencia de lealtad o quebrantamiento de la misma hacia cualquier compromiso moral como la religión, la amistad, el matrimonio (situación que se conoce como adulterio) o cualquier otra relación amorosa o erótica".

Gracias Wikipedia por tu aporte. 

Interesante, ¿no?

Más interesante aún se convierte este falso concepto, cuando alguien te dice: Yo soy fiel. Solo amo a una persona pero, mi cuerpo es otra cosa. Cuando estoy con otra, solo pienso en mi pareja. No se lo digo porque no quiero herirla.

Vamos a ver….. no dudo que puedas amar a tu pareja, pero tanto como fiel, no creo que seas.

Esto es más común de lo que imaginan. Ser infiel no necesariamente es falta de amor, puede tratarse de casos de falta de autoestima, rechazo, complejos, sobrevaloración o simplemente reflejo del entorno. No es una excusa, es una realidad que debe ser atendida ya que causa un sin fin de problemas en la vida de pareja, duele un montón y acaba con relaciones bonitas, dejando huellas en algunos casos, imborrables.  

¿Te parece justo que, para levantar tu autoestima, vencer un complejo o simplemente copiar un patrón que ves normal en quienes te rodean, le hagas daño a tu pareja? Como te sentirias si fuese al revés? Si ves normal, alguno de estos casos, es momento de que tengas en cuenta, que cuando una persona descubre una infidelidad, lo mas seguro es, que busque repetir la escena. Es una absurda forma de venganza pero una gran realidad. Si amas de verdad a tu pareja, al leer esto, deberían desaparecer las ganas de ser infiel, si persisten, busca ayuda. Podrías estar a punto de, atravesar un infierno o de perder tu relación.

Una forma de infidelidad muy frecuente en parejas que ya no conectan pero que de alguna manera y por alguna razón, siguen dependiendo, emocional o económicamente de ellas, es que uno o ambos, se entregan a las mal llamadas “aventuras” con terceras personas.

Algunas de estas “aventuras” son pasajeras y muchas otras terminan complicando la vida, destruyendo hogares o peor aún, afectando de manera irreparable a los hijos. 

Otro caso, son personas que, al mantener relaciones sexuales con sus parejas, fantasean pensando en otros que no tienen ni idea, de que están involucrados en el tema, como personajes de películas, amores del pasado o la esposa de su mejor amigo. Yo, creo tanto en las conexiones y en la energía que se genera en ese intercambio, que siento que es un esfuerzo titánico imaginar a una persona, si al abrazarla, se siente y se huele como otra. Además, al regresar a la realidad, quién está ahí es quien está, debe ser hasta frustrante haberse concentrado tanto en sentir que estás con alguien y al abrir los ojos encontrar a otra persona.  Sin ánimos de juzgar, me parece una pérdida de energía brutal.

Me pasaría la vida enumerando casos de infidelidades, desde los más comunes hasta los más insólitos, pero creo que con estos ya nos queda claro el concepto errado que tenemos de lo que significa la fidelidad. 

Ahora bien, lo más importante, trascendente y es el espíritu de este artículo, es que, en todos estos casos, el peor engañando es uno mismo. 

Entonces te pregunto… Luego de leer este artículo ¿En qué lado de la acera estas? ¿Del lado de los fieles o de los Infieles?

si tu respuesta es “Infieles” ...

¿Te has preguntado porque lo eres?

¿Por qué escoges engañar y engañarte y no enfrentar y resolver tu realidad?

Es muy frecuente recibir en mi consulta a personas, tanto hombres como mujeres, que manifiestan ser infieles, dicen amar a sus parejas y se sienten infelices o personas que son objeto de infidelidades de manera consecuente y no entienden por qué razón las soportan o las atraen a sus vidas. 

Al recibir estos comentarios suelo hacer la siguiente pregunta:

¿Qué tan fiel te eres a ti misma(o)?  Les comento que las respuestas más frecuentes son:  “quee???, No entiendo, Ni idea…”.

Se trata solo de ver en nuestro interior. Si te detienes un poquito a pensar y te dejas guiar, la respuesta está ahí, dentro y solo hay que aceptarla y trabajarla.  

Magia pura….

Nos cuesta mucho entender que todo lo que se manifiesta fuera, tiene su origen dentro de nosotros. Lo más increíble, es que, al trabajar ese proceso interno, desaparecen de nuestra vida las conductas y situaciones que nos causa incomodidad.  

Creanme, que se pueden resolver estos y muchos otros temas, simplemente buscando el origen. Todo está grabado en nuestro inconsciente.

Aquí es donde les dejo la frase de rigor:

Si algo de lo que está aquí escrito, retumba en tu interior, sientes que es algo que necesitas trabajar y quieres resolverlo, solo escríbeme y juntas lo lograremos.

Leer más