Yoya, como me llama casi todo el que ha pasado mas de cinco minutos conmigo.

De raíces Italo Venezolanas. Nací en Venezuela, país al que amo profundamente pero del que tuve que salir buscando sobrevivir, como tantos otros venezolanos, pero lucho todos los días de mi vida, desde fuera, para dejar en alto la calidad de persona que somos y el país hermoso del que venimos.

Sin duda, espero regresar algún día a abrazar de nuevo a mi gente, volver a transitar sus calles y a disfrutar de esos hermosos paisajes que nunca olvidaré, eso si, cuando vuelva a ser el país seguro y próspero que era.

Como la persona inquieta que soy, nunca me he conformado con la simpleza. A penas salí del colegio, estudié educación Pre escolar, ya que siempre mi debilidad han sido los más pequeños por su pureza y su forma incondicional de dar y recibir cariño.

Luego la vida me mostró un camino interesante en el mundo de la Estética. Mi tía Marian, a la que recordaré siempre por la gran maestra de vida que fué para mí, me pidió ayuda en su centro. Nunca había estado en un centro estético para otra cosa que no fuera consentirme. Esta vez, me tocaba aprender de los secretos que estos lugares guardan, para que nos sintamos tan especiales. Fue una experiencia reveladora; ahí, descubrí mi primera vocación.

Mientras aprendía y me adentraba en ese mundo tan femenino, encontré una forma mágica de dar y recibir energía bonita y transformadora. Además de la estética en sí, estudié los principios de la relajación , respiración consciente, conexión mente cuerpo, etc. Era apasionante descubrir en cada persona a la que atendía, algo nuevo y fascinante ligado a la psique. Cada cabeza es un mundo y ese mundo, nos conecta de manera perfecta a unos con otros por alguna razón.

Con el tiempo, fui adquiriendo seguridad en mi misma, mi manera de trabajar era diferente y muy cercana, cosa que al parecer a mis pacientes les agradaba. Entendí que toda esa información; tantos cursos, tanto leer sobre temas emocionales, marcaban la diferencia. No fue hasta que una paciente me dijo “Tu consulta no solo es un lugar para embellecer el cuerpo, sino también el alma” que entendí que estaba en mi camino. Este fue mi contacto más revelador; de repente, descubrí una especie de amor por escuchar a quien necesita hablar y sin proponermelo, lograba transmitir paz.

Pero al poco tiempo, comencé a sentir que lo que hacía, ya no era suficiente, mi cabecita inquieta necesitaba saber más, para poder ayudar más.

Entonces…

Comencé a estudiar Astrología, Psicología, de los arquetipos, Constelaciones familiares y muchas otras técnicas para aclarar mi mente, despejar mi camino, pero sobre todo, para tener más herramientas que aportar

Muchos años de trabajo en mi Venezuela, un tiempo en Panamá, visitas a Miami, Dominicana, amigos que emigraron al Líbano, Portugal, España, Italia… gente de muchos lugares que he visitado y que, hasta el sol de hoy, más que un cliente, contacto o un paciente, siguen siendo mis amigos.

Agradezco a la vida, haber tenido la oportunidad de conocer mundo, tengo a mi lado al mejor compañero de aventuras, los mejores hijos, padres, abuelos, hermanos, cuñados y sobrinos, los mejores suegros, tíos y primos, los mejores amigos y vecinos. Son los mejores porque a todos los acepté como son y se que con sus defectos y virtudes, están en mi vida por alguna buena razón.

Ahora vivo en un lugar del que me enamore desde el primer día, me abraza con sus paisajes, su gente maravillosa y me permite caminar por sus calles, confiada y segura. Mi Málaga querida .- Aquí los espero, en persona o virtual, para incluirlos en mi larga y fascinante lista de los mejores del mundo.

 

Aquí , estaré siempre para ti.-